“El Sorochuquino”

Revista informativa y cultural en el cual se publican artículos e información de diferente índole, cuyo contenido es el único responsable el autor.

lunes, 1 de agosto de 2011

BICENTENARIO DE CELENDÍN


RESEÑA HISTÓRICA DE CELENDÍN

Por: Dr. Manuel Silva Rabanal
1.    ORIGENES

Nos basamos en testimonios etnolingüísticas y arqueológicos para determinar los orígenes del poblador celendino en épocas remotas.

        Posiblemente los primeros pobladores de estos lares, al igual que de toda la hoya del Marañón, como nos dice Julio C. Tello, eran de origen Arawac, de profunda base onomatopéyica en su lengua. Quizá acá nació la palabra Chilindrín, derivada del fruto de la planta llamada chili o shil shil que crece junto a las lagunas donde se asentaron varias tribus. Una de las más importantes fue Choctamalque, con su centro en la Chocta, según apunta Moisés Chávez Velásquez.

        En el horizonte Temprano o Periodo Formativo surgen culturas expansionistas. Julio C. Tello encuentra una “Cultura Matriz” que se desarrolló entre 1000 al 300 años antes de Cristo. La cultura Chapín llega a dominar gran parte del norte del Perú, conquistando a los pueblos maratónicos. En Celendín se han encontrado restos arqueológicos “chavinescos” en varios lugares, como en los estratos profundos de la Chocta y en la cerámica incisa, estudiada por los esposos REichel (estilo Cajamarca I), señala Daniel Quiroz Amayo.

        En el intermedio Temprano. Periodo de los Desarrollo Regionales floreció la Cultura MOchica entre los siglos I al VII de nuestra Era. En su afán de buscar el oro para sus sarcófagos llegaron a la “Serpiente de Oro” (Marañón). Quedan de los Muchics el nombre de Chumuch y chimuch. En Yanacocha hay una escalinata a una edificación  fortificada estilo Mochica, resalta Daniel Quiroz Amayo.

        En el Horizonte Medio o Periodo de la Gran Fusión surge la Cultura Wari, que se desarrolló entre los siglos VIII al XI de nuestra Era. Su influencia maratónica se demuestra en algunos resto líticos, como la piedra de Muyuc (presencia del rayo); la cerámica Cajamarca IV con asiento tripódico, el decir de Moisés Chávez Velásquez.

        En el Horizonte Tardío o Imperio Incaico son los Incas que conquistan un Imperio durante el reinado de Pachacutec. El el siglo XV llegan hasta el Marañón pasando hasta el Gran Pajatén. En Celendín se hace sentir su influencia por la cerámica Cajamarca V, estilo arybalo, varios tipónimos netamente quechuas y estilos arquitectónicos con ventanas trapezoidales (como en Chocta). Según el profesor Jorge W. Izquierdo “alrededor de la comarca de Llamadín se formaron otros cinco cacicazgos: Chumuch, Chimuch, Huauco, Oxamarca y Sorochuco o Sorocucho. Y cuando Túpac Yupanqui marchaba sobre el reino de los Scires (Ecuador) en el año 1456, se produjo en estas tierras un éxodo masivo hacia el oriente por lo que en Celendín de hoy no existen indígenas propiamente dichos”. Es por esto que el Inca envía a mitimaes, Chilchos o Guamán, por lo que los Caxamalcas nos empiezan a llamar Chicos o Shilicos, agrega Wilder Sánchez Sánchez



2.   CELENDÍN COLONIA

        Luego de la conquista, la Corona Española repartió tierra a los conquistadores y evangelizadores. Según la señora Consuelo Lescano Merino, Llamadín fue ocupado por Juan de Rojas Salazar y Juan Mori Alvarado, hijos de los conquistadores de Chachapuyas, quienes fundaron el Asiento de “Nuestra Señora de la Concepción del valle de Zelendín”, con su templo y plaza pública para las ferias. Esto sucedió en el siglo XVI; pero según el Maestro Pelayo Montoya Sánchez, los cacicazgos incas se repartieron así en 1536.

-      Llamadín para don Hernando Mori Alvarado que fundó la hacienda de San Bernardo de Llamadín.
-      Chumuch y Chimuch para don Miguel de Burga que funda la hacienda de San Miguel de Chumuch.
-      Sorochuco le tocó a don Francisco de Vargas quien funda la hacienda de San Francisco de Sorochuco.
-      Huauco a don Isidro de Segovia que fundó la hacienda de San Isidro de Huauco, y
-      Oxamarca para don Agustín Ortiz de Cerna que crea la Hacienda de San Agustín de Oxamarca.

    Agrega que el 7 de diciembre de 1575, el Virrey Francisco Toledo, llega a la haciendo San Hernando de Llamadín y al día siguiente 8 de diciembre, Día de la Inmaculada Concepción, ordenó cambiar el nombre de esta Hacienda por el de Pura y Limpia Concepción de Zelendín, proclamando a la Virgen Inmaculada su Patrona.

        En 1591, como no había sacerdote en este Asiento, viajó don Juan de Rojas a la Ciudad de los Reyes y consiguió que venga Fray Andrés Romero. El templo de la Purísima Concepción de Zelendín estaba conformado por una nave. El atrio fue el primer Cementerio.

        Según una tradición narrada por el Dr. Manuel Silva Rabanal, a mediados del siglo XVIII llegaron a estos lares inmigrantes portugueses de origen judío, talvez perseguidos por la Santa Inquisición. Venidos del Brasil siguieron la ruta Amazonas Marañón rumbo a la costa; pero impresionados por el paisaje celendino lo tomaron por segunda patria. Muchos apellidos portugueses confirman este hecho.

        Hacia 1613 el territorio Zelendín pertenecía al corregimiento de Caxamarca, el que a su vez se enmarcaba en la recién creada Diócesis de Trujillo. En 1787, luego de creada las Intendencias y Partidos, CELENDÍN con su anexo Sorochuco sigue siendo una doctrina del partido de Cajamarca, según Villanueva Arteaga.

        En 1726 (22 de febrero) la hacienda cambia de dueño, sostiene la Sra. Lescano Merino. El capitán Francisco Rodríguez de Araujo bisnieto de don Juan Rojas, la vende por 16000 pesos de 8 reales a don Antonio de Vergara y el 14 de marzo de 1748 pasa al Maestre de Campo don Juan Joseph Chuquivala Carhuarayco, Cacique principal y Gobernador de los Indios de las Siete Guarangas de la Provincia de Cacamarca, esposo de dona Melchora de Vergara, por 20 mil pesos. Esta, cuando se quedó viuda, decide nuevamente venderla. En esta época es cuando pasa por estos lares rumbo a Maynas, el Obispo de Trujillo don Baltasar Jaime Martínez de Compañón.

    El profesor Pelayo Montoya, de acuerdo a sus investigaciones, nos asegur que el 15 de agosto de 1780 la hacienda La Pura y Limpia Concepción de Zelendín pasó a manos de doña Melchora de Vergara, por deudas de don Pedro de Mori de la Serna, bisnieto de don Hernando Mori Alvarado. Doña Melchora de Vergara y su esposo Juan José Chuquivala, como no tenían hijos, deciden donar la hacienda a las Obras Pías del Real Convento de Santa Clara de Truxillo. Aquí la compran los arrendatarios de la Hacienda para funda la Villa.

        Zelendín estaba poblado en 1783, cuando llega el Obispo Martínez de Compañón, por 5598 personas entre “eclesiásticos, españoles, indios, mixtos, pardos y negros”; según censo que mandó levantar el Obispo. A estos les sugirió comprar la hacienda y fundar una ciudad.

        Lo que a continuación se detalla consta en archivos consultados por el Sociólogo Wilder Sánchez Sánchez. El 23 de junio de 1785, aquellos pobladores de la hacienda de Zelendín, inician sus gestiones para adquirirla, junto con sus anexos de Llanguat, Sisnalla y Santa Catalina, ante el Juez Comisionado por el Obispo, don Miguel Antonio de Iglesia y Meerino. El 8 de junio de 1791, en la ciudad de Truxillo, a donde pertenecñia la Hacienda y en Audiencia Pública, se realizó el remate por la cantidad de 14010 pesos. El cura de la doctrina de Zelendín, Don José Cavello, entregó un adelanto de 8000 pesos en nombre de los compradores.

        El 6 de septiembre de 1793, el presbítero don Manuel Tomás de Quevedo y Garro, en nombre del doctor Miguel Antonio de Iglesia y Merino, dio a los celendinos posesión efectiva de las haciendas de Zelendín, Sisnalla y Llanguate, Perece que el geómetra José Comezana, trazó las calles a cordel, cuya bendición e inauguración se hizo posiblemente el 05 de mayo de 1796. El 19 de octubre del mismo año, el Obispo Martínez de Compañón, elevó a la Corona de España el expediente para la creación legal de la ciudad; lo que se consiguió por el Consejo de la Cámara de Indias y por el Rey de España don Carlos IV, quien firmó en Elche la Real Cédula del 19 de diciembre de 1802, aprobando la creación de la nueva población con el  nombre de “Amalia de Zelendín”, a la vez que le otorgaba el título de Villa, exenta de la jurisdicción de Caxamarca y sujeta a la Intendencia de Truxillo, reconociendo a la Virgen del Carmen por Patrona Espiritual de los celendinos y disponiendo como debía conformarse el Cabildo. El cumplimiento esta Real Cédula el pueblo eligió a seis regidores y luego estos al Teniente Coronel don Raimundo Pereyra, como Alcalde Ordinario de Primer Voto y al Capitán don Juan de Burga, como Alcalde Ordinario de Segundo Voto.

3.    CELENDÍN EN LA REPÚBLICA

        Según el maestro Pelayo Montoya, el 29 de diciembre de 1820, el Intendente de Trujillo, don José Bernando de Tagle Portocarrero, Marqués de Torre Tagle, proclamó la Independencia de Trujillo y luego envió a Celendín un extenso documento insinuando la pronta proclamación de la libertad en esta tierra. El Jefe Político Militar de la Villa, Teniente Coronel Juan de Burga, cita al pueblo y autoridades a la Plaza de Armas y el 10 de la mañana, jura la independencia con estas palabras: “Desde hoy, 06 de enero de 1821, la Villa de la Bella Amalia de Zelendín, es libre e independiente del poder español y de todo otro extranjero. ¡Viva la Patria!, ¡Viva la Libertad! ¡Viva la Independencia! ¡Viva la Villa de la Bella Amalia de Zelendín!, ¡Muera el despotismo!, ¡Muera la tiranía!. Todos se abrazaban y gritaban al unísono en gran fiesta. Luego se sentó un acta.

        El 12 de octubre de 1849, el Congreso de la República Peruana, considerando “que la Villa de Celendín, perteneciente a la Provincia de Cajamarca, ha prestado eminentes servicios a la causa de la Independencia y además reúne todos los requisitos que exige la Ley del 17 de septiembre de 1847”, aprobó concederle el título de Ciudad, con fecha 19 de octubre de 1849. La Ley fue promulgada por el Presidente Ramón Castilla en su primer gobierno.

        Por Ley del 02 de enero de 1857, se eleva a Celendín a la categoría de Distrito de Cajamarca.

        Gracias a la acción tesonera del Coronel Juan Basilio Cortesana y Vergara y otros ilustres celendinos, el Congreso de la República aprobó el 20 de septiembre de 1862 la Ley por la cual se crea la Provincia de Celendín, Ley que fue promulgada por el Presidente Ramón Castilla el 30 de septiembre  de 1862, durante su segundo mandato. El artículo 03 de la Ley señala: “La Provincia de Celendín tiene por capital la ciudad de este nombre, y consta de los distrito de Celendín  Lucmapampa, Huauco, Chumuch, Sorochuco y Huasmín, agregándose a éste las haciendas de Jerez y Sauce”.

        Mediante Ley del 07 de noviembre de 1887, el caserío de Huacapampa fue elevado al rango de Distrito. Por Ley Nº 4860 el 27 de diciembre de 1923 se creó el Distrito de Cortesana con su capital Chimuch. Mediante Ley Nº 9818 del 15 de noviembre de 1940 se creó el Distrito de Miguel Iglesias con su capital Chalán; por Ley Nº 12171 del 24 de diciembre de 1954, se creó el Distrito de Utco y por Ley del 26 de diciembre de 1993, el Distrito de la Libertad de Pallán. Por Ley Nº 9198 del 15 de noviembre de 1940 se cambiaron los nombres de los distritos de Huauco, Huacapampa, Lucmapampa, por los de Sucre, José Gálvez y Jorge Chávez, respectivamente. Por esa misma Ley la Villa de Sucre es elevada a la categoría de ciudad.

         En esta forma Celendín (retazo de cielo, en judío) con 12 distritos y con una herencia ancestral múltiple entra a formar parte de una patria milenaria y rica históricamente, cuyos hijos saben defenderla y engrandecerla con su sangre y con su mente.

         Una pléyade de varones y mujeres íntegros y transparentes se han hecho y siguen haciéndose presentes en todos los acontecimientos históricos y culturales nacionales e internacionales; y van librando en forma silenciosa una lucha abierta y permanente por ver a Celendín, tierra querida, ocupando los más altos sitiales. Ojalá los niños y jóvenes que lean esta síntesis histórica, henchidos de orgullo, pongan en juego alma, corazón y mente, a favor del desarrollo integral del Cielo del Edén.


BIBLIOGRAFÍA

·         “ARCHIVOS DE CELENDÍN, CAJAMARCA Y TRUJILLO”.
·         CHÁVEZ VELÁSQUEZ, Moisés. “ARQUEOLOGÍA DE CELENDÍN” Pág. 37 – 46.
·         IZQQUIERDO CACHAY, Jorge Wilson. “CELENDÍN – Perú”, Pág. 1.
·         LESCANO MERINO, Consuelo. “RESEÑA HISTÓRICA DE CELENDÍN”.
·         MONTOYA SÁNCHEZ, José Pelayo. “HISTORIA DE LA PROVINCIA DE CELENDÍN”
     Pág. 38.
·         QUIROZ AMAYO, Daniel. “RESEÑA HISTÓRICA DE CELENDÍN”. Pág. 4.
·         REAL DÉDULA, 1802.
·         “REVISTA CENTENARIO DE LA CIUDAD DE CELENDÍN”. Pág. 10.
·         SÁNCHEZ ORTIZ, Horacio. “HOMENAJE A CELENDÍN”, Pág. 10.
·         SÁNCHEZ SÁNCHEZ, Wilder. “PREPAREMOS EL BICENTENARIO DE CELENDÍN”,
     Pág. 43. Revista “El Labrador”.
·         SÁNCHEZ SÁNCHEZ, Wilder. “CARTA DE 08 DE FEBRERO – 2002”.
·         SÁNCHEZ SÁNCHEZ, Wilder. “TARAZONA”, Pág. 659 – 667.
·         SILVA RABANAL, Héctor Manuel. “TRADICIONES CELENDINAS”.
·         VILLANUEVA URTEAGA, Horacio. 1975.

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